El proceso de fabricación de cal requiere una cantidad considerable de energía para descomponer térmicamente la roca caliza en hornos de alta temperatura. Como productor líder de cal, somos muy conscientes de nuestra responsabilidad para minimizar nuestra huella de carbono.
Dedicamos importantes recursos a la implementación de nuestra hoja de ruta para la reducción del carbono. Al compartir las mejores prácticas y dominar los retos de la flexibilidad de los combustibles, la eficiencia energética y la baja intensidad de carbono, podemos reducir nuestra huella de combustible de una manera considerable a lo que es técnica y económicamente factible en la actualidad. También invertimos en el desarrollo de nuevas tecnologías para liderar e innovar en los enfoques de reducción de carbono.
Aumentar la proporción de biomasa y combustibles renovables en nuestra cartera energética global es un aspecto clave si queremos alcanzar nuestro objetivo y reducir nuestras emisiones de carbono relacionadas con los combustibles. Hacemos importantes inversiones en nuestras plantas para garantizar la flexibilidad del combustible y la transición a la biomasa, siempre que esté disponible.
Lograr esta ambición en un plazo tan corto es nuestra contribución a la mejora de la huella de carbono en toda la cadena de valor.
Reducir la emisión de CO2 de combustión por tonelada quemada (frente a '18)