
La aglomeración del mineral de hierro es esencial para preparar minerales finos para su uso eficiente en altos hornos y procesos de reducción directa. Tanto si se trata de sinterización como de peletización, este paso mejora la manipulación del material, optimiza el rendimiento del horno y favorece una producción de acero uniforme.
En Lhoist, suministramos productos a base de calcio y magnesio, como piedra caliza finamente triturada, dolomita y cal hidratada especial, que actúan como fundentes y aglutinantes. Estos aditivos ayudan a controlar la basicidad, mejoran la productividad de la planta de sinterización y permiten la formación de pellets y escorias de alta calidad, lo que contribuye a una mayor eficiencia y solidez mecánica en la fabricación de hierro.
En las plantas de pellets, la piedra caliza y la dolomita finamente trituradas dan lugar a productos con la basicidad deseada (relación CaO + MgO frente a SiO2).

La peletización consiste en la aglomeración de minerales ultrafinos con otras materias primas, como el carbón, la cal hidratada y la piedra caliza. Una vez que los materiales se han homogeneizado en cantidades adecuadas (para un equilibrio de masas ideal), la mezcla se envía a un disco o a un tambor de granulación. El resultado es un pellet de 8 a 18 mm de diámetro que, para aumentar su resistencia mecánica, se quema a unos 1.350 °C. Algunas cales hidratadas especiales son un aglutinante alternativo eficaz a la bentonita con alto contenido en SiO2.
La dolomita proporciona el MgO que necesita el proceso para lograr una fluidez adecuada de la escoria de alto horno.